Homenaje popular a Raimundo Sarriegi por el centenario de su muerte

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«Es Raimundo Sarriegi un erriko-sheme de cuerpo entero y un artista de relevantes cualidades, como ha venido demostrando constantemente. No se ha dado en Yruchulo (sic) comparsa, cabalgata, tamborrada, función de teatro ni espectáculo o festival organizado por la inagotable caridad donostiarra, al que no vaya unido el nombre de Sarriegi». Estas palabras pertenecen al crónista donostiarra del siglo XIX Eugenio Gabilondo, Calei Cale, y recogen a la perfección el espíritu y las habilidades del maestro Raimundo Sarriegi. A finales de abril se cumplió el primer siglo tras su muerte. Y es que el prolífico compositor murió el 23 de abril de 1913 de una angina de pecho mientras se encontraba en la farmacia de Antonio Tellería -hoy, Yurrita-, situada en la calle Narrica de la Parte Vieja.

El 23 de abril de 2013, se reunieron por la tarde en la plaza Sarriegi, frente al busto del maestro que le da nombre, diversos componentes de las tamborradas de la Parte Vieja -también se encontraban miembros y directivos de la Primitiva Comparsa de Caldereros de la Hungría- para llevar a cabo un homenaje popular al compositor. Al ritmo del txistu, cuatro dantzaris de Koruko Ama Birginaren Eskola Dantza Taldea bailaron ante el busto del donostiarra Agurra y La Marcha de San Sebastián -ésta fue bailada al son de tambores y barriles-. Los participantes en el homenaje hicieron una ofrenda floral en el busto del compositor.

Desde la plaza Sarriegi, la hetereogénea compañía partió bajo el ritmo de Marcha de Tambores y Tatiago hasta la farmacia Yurrita, en la que se depositó otro ramo de flores. Frente a este comercio, se volvió a bailar el Agurra y se interpretó La Marcha de San Sebastián y Diana, tras lo que se dio fin al homenaje popular.

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